14 ene 2011

GABINO EZEIZA: PAYADOR


Para los entendidos en la materia, poseía una increíble aptitud para improvisar el verso además de buen oído para la rima y la cadencia.
Poco se sabe de su hogar y de su familia.
Su padre había servido a la familia Ezeiza, de ahí su apellido, y descendía por su abuelo de un trompa de Rosas.
El negrito Gabino no faltaba nunca a las payadas que se realizaban con frecuencia en su barrio. Escuchaba, conmovido y absorto, los torrentes de coplas que surgían de labios criollos.
Quien primero puso una guitarra en sus manos fue un pardo muy viejo, que tenía una pulpería en el bajo de San Telmo. Se llamaba Pancho Luna, y fue payador cuando joven, en los tiempos de Rivadavia. Al cumplir quince años le compraron a Gabino una hermosa guitarra española. El la adornó con cintas celestes y blancas, se despidió de su madre y de sus hermanos Tomás y Matilde Ezeiza – el padre había muerto en la Guerra del Paraguay -, y comenzó su existencia de cantor errante.